martes, 30 de octubre de 2007
MUSEO DE LOUVRE PARIS
Los orígenes del Louvre se remontan al siglo XIII cuando Philippe August comenzó la construcción de un fuerte en las orillas del Sena. Sin embargo, este edificio original, apenas alcanzaba a la cuarta parte del presente Cour Carrée en el extremo oriental del actual museo (el ala Sully).
Se convirtió en residencia oficial de los reyes bajo el reinado de Charles V, quien también construyó un nuevo perímetro con un foso (parte del cual todavía existe y puede verse desde la rue de l'Amiral).
François I realizó modificaciones muy importantes, para las que contrató al arquitecto Pie-rre Lescot en 1546, y varias renovaciones en las alas sur y oeste se llevaron a cabo durante los reinados de Henri II, Charles IX, y Henri III. Pierre Lescot murió en 1571. En 1564 Catherine de Médicis decidió levantar una nueva residencia a unos 500m del viejo Louvre: el Palais des Tuileries. Esta área, que estaba más allá de las murallas de la ciudad, era conocida como la Sablonniére y había estado ocupada por industrias del mosaico (tuile), de allí el nombre de Tuileries. Philibert Delorme fue comisionado para construir el palacio y, en 1570, fue sucedido por Jean Bullant, pero las obras fueron paralizadas en 1572.
Catherine también comenzó la construcción de un ala que se extendía a lo largo del Sena llamada Galerie du Bord de l'Eau y debía conectar el Louvre con el palacio de Tuileries, pero el proyecto recién fue completado por Henri IV.
En el proceso, Henri IV, agregó el Pavillon de Flore (pabellón de flores) y una corta ala perpendicular a la Galerie du Bord de l'Eau. Los trabajos finalizaron con su muerte en 1610. La Galerie du Bord de l'Eau finaliza al encontrarse con el Pavillon de Flore, que fue muy dañado durante la Commune de 1871 pero restaurado en la Tercera República.
El Cour Carrèe, en su forma actual, fue comenzado por Louis XIII y continuado bajo Louis XIV. Le Mercier (arquitecto de la Sorbonne) construyó el Pavillon de l'Horloge (pabellón del reloj) replicando exactamente el edificio de Pierre Lescot. Al mismo tiempo, entre 1664 y 1667, Le Vau remodeló el Palais des Tuileries y construyó el Pavillon de Marsan en el extremo norte. En 1682 la corte abandonó el Louvre y marchó a Versailles por lo que los trabajos se paralizaron nuevamente.
Durante gran parte del siglo XVIII el Louvre fue utilizado con muchos propósitos, incluyendo conciertos, óperas y la Comedia Francesa, que ocupó un edificio originalmente construido bajo Louis XIV. Excepto por los departamentos reales, gran parte del Louvre era ocupado fundamentalmente por artistas.
Cuando Napoleón se mudó a les Tuileries, las construcciones se reiniciaron bajo la dirección del arquitecto Fontaine. La galería norte, a lo largo de la rue de Rivoli, fue comenzada para conectarse con el Pavillon de Marsan. Finalmente, con Napoleón III se construyó el Cour Napoléon que conectaba completamente el Palais des Tuileries con el Cour Carrée
Durante la Commune de mayo de 1871, el Palacio de las Tuileries fue incendiado y los daños permanecieron a la vista hasta 1882 cuando la 'Tercera República' arrasó el palacio en ruinas pero restauró el Pavillon de Flore y el Pavillon de Marsan (tareas encomendadas a Lefuel).
La pirámide de Pei
En 1981, como parte de un vasto proyecto que se prolongaría hasta 1997 (Le Grand Louvre), Ieoh Ming Pei fue comisionado para diseñar una nueva zona de recepción y me-jorar el acceso al museo. La Pirámide fue inaugurada oficialmente el 30 de mayo de 1989 coincidiendo con el bicentenario de la Revolución Francesa…
"De todos los grandes proyectos de París, ninguno causó tanto revuelo como las pirámi-des de I. M. Pei en el gran patio del Louvre. Espectacular en concepto y forma, el proyec-to nos brinda un sorprendente recordatorio de la audacia y habilidad de la arquitectura moderna para poner en valor las formas arquitectónicas tradicionales. La pirámide mayor es, básicamente, una estructura de acero, complejamente entrelazada e interconectada, cubierta con vidrio reflectivo. La pirámide es nada más, ni nada menos, que un portal que provee una puerta de acceso a las galerías principales del Louvre, un cambio que debió haberse efectuado hace ya mucho tiempo.
A medida que se desciende hacia el foyer de acceso interior, la naturaleza dramática de esta intervención se nos hace evidente. Esta pirámide principal, que ciertamente rompe el equilibrio del viejo Gran Patio del Louvre, es contrarrestada por otras dos más pequeñas que proveen luz natural y ventilación a los espacios subterráneos". (Dennis Sharp. Twentieth Century Architecture: a Visual History p 407).
"Probablemente la pièce de résistance del extraordinario legado de Pei a la arquitectura moderna; su sentido del buen gusto sin estridencias, su profunda atención a los detalles y su claridad conceptual; sea su magnífica intervención en el Cour Napoleón del Museo del Louvre. Debajo de su nueva superficie se adecuó un vasto programa de 65.000m2 de es-pacios de apoyo que resultaban extremadamente necesarios… Y la pirámide central de ingreso, el símbolo del proyecto que se eleva 20,6m sobre el suelo, aparece como el complemento y contrapunto perfecto al conjunto.
Pese a su casi etérea presencia; derivada de una trama de soportes triangulares ingenio-samente concebidos y revestidos con vidrios suavemente coloreados en un maravilloso color ocre cálido, realizados especialmente por St. Gobain para que sea compatible con las fachadas de piedra color miel de la época de la Segunda República; la pirámide fue muy controvertida desde que fuera presentado el proyecto en 1985. Obviamente casi cualquier intervención hubiese sido considerada como un anatema para aquellos que creen sagrada e intocable la integridad de la presencia clásica del Louvre. El tiempo ha morigerado las críticas contra uno de los ejemplos más elegantes del modernismo, aun-que resulte poco o nada exitosa su solución como 'ingreso protegido' de los elementos naturales y aunque sus tres pirámides menores aparezcan como estéticamente gratuitas.
Sin embargo, por momentos, la casi fluida, desmaterializada presencia de la pirámide es-tablece sin estridencias un poderoso argumento conceptual cuya intención es la de com-plementar con moderación y respeto, sin ser agresiva pero tampoco sometida. Con abso-luta simpleza, lo nuevo convive con lo antiguo, cada uno reconociendo la presencia del otro". (Paul Heyer. American Architecture: Ideas and Ideologies in the Late Twentieth Century p 275-278)
Cuando el Presidente Francois Mitterand eligió la propuesta del arquitecto Pei para reali-zar el proyecto, este optó por la construcción de una pirámide vidriada, rodeada de fuen-tes, en el corazón mismo del Cour Napoléon.
No es muy conocido el hecho que una pirámide barroca había sido ya propuesta para la celebración del centenario de la Revolución Francesa, y es muy posible que Pei lo haya conocido al optar por esta forma para su proyecto del bicentenario.
Construida con las mismas proporciones de la pirámide de Keops, toda en acero y vidrio, es el portal de acceso principal y oficial al Louvre. Alcanza una altura de 20,6m y su base cuadrada es de 35m de lado. Sus caras están cubiertas por 603 paños de vidrios romboi-dales y 70 triangulares. La pirámide, y su Hall de Ingreso principal subterráneo cubierto en parte por ella, resultaba una intervención muy necesaria debido a los problemas que se creaban en la entrada principal original, la que no podía satisfacer las necesidades que generaba el intenso flujo diario de visitantes. Estos ingresan actualmente por la pirámide y descienden a un hall muy amplio para ascender, luego, a los edificios principales del mu-seo. Muchísimos museos en todo el mundo han copiado esta solución, entre ellos el de Ciencias e Industria de Chicago.
La construcción de la pirámide de Pei generó una notable controversia porque muchos pensaban que, esta ampliación modernista, estaba totalmente fuera de lugar frente al Mu-seo del Louvre con su arquitectura clásica, mientras que otros acusaban de faraónico el proyecto de Mitterand. Sin embargo, y aunque lentamente, muchos comenzaron a enten-der y valorar esta yuxtaposición de estilos arquitectónicos contrastantes como una exitosa amalgama entre lo viejo y lo nuevo, lo antiguo y lo moderno.
La pirámide principal es la más grande entre otras que se cons-truyeron para proveer iluminación y ventilación natural a las edificaciones subterráneas, incluyendo la La Pyramide Inversée que sirve al centro comercial subterráneo ubicado frente al museo.
En 1996, el presidente Jacques Chirac anunció la creación de un museo de arte tribal y de aborígenes que se agregarían a obras maestras de África, Asia, Oceanía y América que se exhibirían en el Louvre. Estas exhibiciones se instalaron en la planta baja del antiguo Pavillon des Sessions en galerías remodeladas por el arquitecto J. M. Wilmotte. Estas obras se inauguraron en abril de 2000 y actúan como galerías satélites del Musée du Quai Branly que se inauguró en junio de 2006.
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